En el Campo de Cariñena, ubicado en el Valle del Ebro, existen distintos tipos de terreno, pero si hay algo que destaca en todos ellos son las piedras. En este tipo de suelos crecen diversas variedades de viñas que producen uvas más pequeñas, más concentradas y más intensas dando lugar a excelentes caldos.
Catorce son los municipios aragoneses que integran la Denominación de Origen creada en 1932.