El patrimonio vitícola de la DOP “Campo de Borja” es muy rico en cuanto a “garnachas”; los viñedos más antiguos de esta denominación datan de 1145 y de las 5.000 hectáreas de garnacha, más de 2.000 tienen edades comprendidas entre 30 y 50 años. Sus producciones son bajas, pero inmensamente apreciadas enológicamente, por la complejidad estructural y aromática que proporcionan a los vinos.
La diversidad de microclimas y suelos enriquece los matices del impresionante patrimonio vitícola de las “garnachas” de la tierra y permite denominar a Campo de Borja, EL IMPERIO DE LA GARNACHA.